Junto al profesor Exequiel Di Tofino encaramos una investigación independiente que arrojó resultados alarmantes: el agua que sale de nuestras canillas está contaminada con toxinas por casi el doble de lo permitido por la OMS.

Por eso denunciamos penalmente a todos los responsables de que el 70% de los y las habitantes de Córdoba tomemos agua envenenada: los gobiernos tanto provincial como municipal y también el ERSEP que tiene que controlar a Aguas Cordobesas y lo único que hace es autorizar aumentos. Y por supuesto la propia empresa, que lucra con nuestros derechos y nos cobra por brindarnos un servicio de pésima calidad.

Leé la denuncia completa acá:

Sumate a la campaña en defensa del agua






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    Firmá por la Emergencia hídrica en Córdoba