La legisladora por el MST en el Frente de Izquierda Unidad pidió la renuncia de Mosquera y cuestionó el nuevo protocolo al que calificó de inútil: “Ya son siete las víctimas de gatillo fácil en nuestra provincia, todos ellos jóvenes y la mayoría pobres. En todos los casos la policía intentó incriminar a las víctimas, ya sea plantando armas como en el caso de Blas, o acusándolos de violentos como en el caso de Joaquín. Pero todos sabemos que son mentiras, la policía de Córdoba dispara y después pregunta y eso no es por falta de protocolo si no por el exceso de poder que le ha dado el gobierno, sobre todo en esta cuarentena, para reprimir cada vez con más fuerza a los sectores populares. El nuevo protocolo presentado por Mosquera es inútil, tanto como lo fue el que elaboraron en 2017 a raíz del caso Franco Amaya en donde se establecía la prohibición de disparar en una evasión de control vehicular, prohibición que nunca fue respetada y el caso de Blas es un claro ejemplo de esto. Ahora mientras le aclaran a la policía que no hay que dispararle a personas indefensas, incorporan las taser como alternativa, cuyo uso para la tortura e incluso la muerte hemos podido comprobar en casos recientes de Colombia y otras partes del mundo”.
“Mosquera en lugar de presentar protocolos tiene que irse, eso es el principio de un cambio mucho más profundo que debe operarse en la policía, a la que hay que desmantelar absolutamente por ser mafiosa, corrupta, socia del delito organizado, violenta y asesina de pibes. Hoy todos los cordobeses nos preguntamos ¿quién nos cuida de la policía? La respuesta solo podrá venir de una fuerza completamente distinta, democrática, no violenta, y eso requiere un cambio político profundo, porque mientras la función esencial del aparato policial sea cuidar al 1% que concentra las riquezas en contra del 99% que pasa hambre, no va a haber condiciones de cambiarla”, concluyó Luciana.